Cuando subimos a la Campa Torres nos dimos cuenta del frío que hacía por allí. Parece ser que romanos y romanas no llevaban bien estos fríos y buscaron otro lugar más abrigado y así fue que Cimadevilla les pareció más calentito.
Levantaron su muralla como era de rigor para que no se les colara nadie y construyeron sus casas. Los baños y saunas era una de sus aficiones favoritas y prueba de llo son los restos de las Termas del Campo Valdés.