¡Se acabó!. Las vacaciones terminaron y el lunes 11 volvemos al Cole.
Es momento de hablar del síndrome postvacacional y de la cuesta de septiembre.
El primero siempre existió pero sin nombre ( no se por qué ahora nos empeñamos en ponerle nombre a todo aquello que se salga mínimamente de la rutina): un poco mas de sueño por la mañana, recuperar algunas normas olvidadas (o simplemente aparcadas) algunas caras nuevas y otras ausentes, tareas nuevas, ilusiones nuevas...
La segunda (la cuesta de septiembre) también existió siempre pero nunca como ahora, santificada por su majestad "El Corte inglés" y todos sus parientes.
¡Pues no!, que no hace falta que todos vengan de estreno como si fuera ramos, ¡qué el estirón no puede ser tan grande!. No se necesitan mochilas atómicas ni calzado galáctico, tampoco hemos pensado este año hacer nada parecido a la pasarela Cibeles en versión infantil así que ¡ojo al dato!: ropa cómoda y funcional que, como su propio nombre indica, es la que funciona.
Ni síndrome postvacacional ni cuesta de Septiembre, nos vemos el lunes y... ¡a tirar p'alante!.
